Solicitamos la cooperación de todas las personas de buena voluntad independientemente de sus tradiciones espirituales, para interceder por la sanación del corazón del hombre y del mundo.

¿Cómo vencer el mal que nos rodea? ¿Cómo erradicar la oscuridad que a veces acecha  nuestros corazones y de la que a menudo no somos conscientes? ¿Cómo comenzar a establecer en el mundo el bien que soñamos? ¿Cómo puede uno dejar de agachar la cabeza y de sentirse impotente ante la propagación del mal que avanza para gobernar el mundo y destruirlo? Hay urgencia, ya no podemos pretender que todo se resolverá por sí mismo. Pero entonces, ¿cómo podemos encontrar los medios para implementar lo que el Papa Francisco nos propone y también lo que los Papas anteriores ofrecían constantemente como soluciones?

Todo lo que es bello y existe en lo visible, nace primero en lo invisible, en forma de una idea, una oración, un sueño … Esta « Tercera Guerra Mundial en pequeños fragmentos » que  vivimos hoy y de la cual habla el Papa Francisco, también nace en lo invisible antes de hacer  estragos en el mundo visible. Hemos permitido que una civilización de la muerte reemplace la búsqueda de una civilización del amor. Claramente estamos en una guerra a nivel espiritual y debemos encontrar maneras de lidiar con ella con armas espirituales, las únicas que serán definitivamente efectivas. Como el problema ahora es global, debemos ser creativos y encontrar formas de responder globalmente. ¡Despertémonos, reunámonos, encontremos maneras de unirnos regularmente con todos los hombres y mujeres de buena voluntad, independientemente de nuestras tradiciones religiosas! !Seamos más fuertes que el mal que no sólo quiere destruir la vida en nuestro planeta, sino también destruir el planeta mismo! ¡Saquemos nuestras trompetas de Jericó y reunámonos incansablemente para derribar los muros erigidos por el mal! No temamos al otro, no temamos buscar juntos soluciones uniendo nuestros corazones en la oración, cualquiera que sea su expresión, para interceder por la sanación del corazón del hombre y de la   humanidad. !No tengamos miedo de buscar y compartir el amor por el que fuimos creados y que es el objetivo de toda existencia!

¡No olvidemos que todos somos diferentes y respetemos la dignidad de la expresión religiosa de todos los habitantes del mundo! Nuestro Movimiento no es sincrético, no  propone tener una sola religión mundial, ésto representaría lo opuesto al enfoque buscado. Lo que importa es ponernos todos en un camino donde podamos encontrarnos  personalmente con el « amor de Dios », porque el abre nuestros ojos y nuestros corazones y permite poner en marcha soluciones concretas, proyectos en los que trabajen juntas todas las personas de buena voluntad que se sientan llamadas a hacerlo.

Debemos buscar el punto medio necesario para alcanzar el equilibrio hacia el bien, para aniquilar para siempre lo que destruye la vida en todas sus formas. Este es nuestro objetivo fundamental. Estamos convencidos de que ésto es posible, estamos conscientes de la locura y la dificultad de la propuesta, pero también estamos conscientes de que si no emprendemos nada, no habrá solución que aparezca por sí sola. Las soluciones vendrán  sólo cuando las personas, el mayor número de habitantes del planeta, finalmente se den cuenta de que las únicas armas que vencerán las tinieblas que nos invaden, son las armas espirituales; que estas armas espirituales están en sus propias manos, en sus propios corazones… y no en las manos de líderes que prometen todo pero que no pueden encontrar soluciones o que, con demasiada frecuencia, proponen iniciativas que son cada vez más destructivas.

Respetando profundamente la identidad religiosa de cada creyente en el corazón de todas las religiones del mundo, los invitamos a construir, juntos, un mundo donde reinen la Fe, la Esperanza y la Caridad.

¡Unámonos con el corazón, unámonos espiritualmente! Únete con nosotros a un grupo ya existente o comienza con tus familiares un « Maranatón » en un centro espiritual cercano a tí!

¡Despertémonos, comprometámonos!

« Es por eso que te digo: todo lo que pidas en oración, cree que ya lo has recibido y te será  otorgado. » Marcos 11,24

Sabrina Covic Radojicic